miércoles, diciembre 31, 2008

Regla de Lord Chesterfield

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El número de comensales no debe ser inferior al de las Gracias ni exceder al de las Musas
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jueves, diciembre 18, 2008

The Vaselines

Vengo, ahora, a enterarme que Nirvana era una banda de covers. Las rolas originales no son malas:







martes, noviembre 18, 2008

Comienzo a sentirme viejo de dos maneras. Una, me duele el cuerpo. Noto los efectos de su uso durante treinta años en el cabello, ojos, dientes, piel, panza, testículos, rodillas, talones y plantas de los pies.

Otra, tengo la permanente y difusa sensación de que se me fue el tiempo, de que me quedé atrás y atorado, de que ya no pude hacer lo que anhelaba de la forma que deseaba.
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sábado, noviembre 08, 2008

Quijada

Nuevo lugar en el que se concentra el desazón y la tensión:
lado izquierdo de la quijada.

miércoles, octubre 08, 2008

Los fracasos, las enfermedades

"...el triste amor que inspiran las personas que no nos quieren, los fracasos, las enfermedades, las manías".
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JLB, sobre Nathaniel Hawthorne

domingo, septiembre 07, 2008

domingo, agosto 17, 2008

Me pasa algo curioso: comienzo a notar –a sentir- que el tiempo pasa y que tengo una “historia”, un estar a través del tiempo.
Me muevo y, sin proponérmelo, dejo una suerte de minúscula huella. Pequeños indicios. Más tarde, al pasar de nuevo por donde estuve, a veces, más o menos, los reconozco.
Recuerdo. Tengo ataques. Súbitas evocaciones. Calles, conjuntos desarticulados de sensaciones, caras, nervios y atmósferas en las que estuve.
Me sorprenden algunas cosas que pensé o dije, muchas decisiones que tomé. No me reconozco ahora, ni entonces, en ellas. No sé por qué hice algunas muchas-pequeñas cosas ni qué hice en tantos momentos que se sienten como huecos. ¿Cómo llegué hasta aquí?
Me pregunto porque no frecuenté más a alguien que ahora rencuentro. Por qué quería ser amigo de otras personas, por qué frecuentaba a ellas y no a otras, qué me hacía evitar a personas que ahora me resultan agradables.

sábado, agosto 09, 2008

Clásicos instantáneos

Sigo sin tiempo para escribir la entrada que quiero publicar a propósito de la antología de poemas sobre el sueño erótico de Antonio Alatorre. Para mi consolación, dejo este cover de La Lupe. Divertidísimo.
Lo ubiqué gracias a la selección de rolas de Leonardo Tarifeño.


sábado, agosto 02, 2008

jueves, julio 10, 2008

México en VBS

VBS es una suerte de cadena de televisión por internet que conocí a través de El Manaba. Entiendo que uno de los guionistas de Being John Malkovich (Charlie Kaufman no, otro) es el o uno de los directores del site. Parece que recientemente instalaron una corresponsalía en la Ciudad de México y a propósito de ello dedican una serie de reportajes al país. Están hechos no sólo sobre, sino desde México.

Ví algunos, son disparejos. Los que más me han gustado hasta ahora son los dedicados a una casa de descanso para prostitutas retiradas instalada en Tepito y una larga e interesante entrevista a Enrique Metinides –refinado fotógrafo de nota roja. Entre los regulares esta el “detrás de las cámaras” de una sesión de fotografías de softporn con “la única modelo mexicana que permite que la fotografíen sin el top”. Entre los aburridos está una entrevista a un artista pretencioso-pero-buena-onda del DF (por favor corríjanme si mi apreciación es estúpida) de la que sólo es rescatable la locación: la venerable cantina Covadonga.

A su consideración una parte del reportaje sobre la casa de retiro Xochiquetzal:

Y la parte dos, de cinco, de la entrevista con Metinides:



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jueves, julio 03, 2008

Películas épicas favoritas



Aguirre, la ira de Dios / Werner Herzog.


Fitzcarraldo / Werner Herzog.

Hay ineptos entusiastas. Gente muy peligrosa.

Georg Christoph Lichtenberg

domingo, junio 29, 2008

El verdugo que somos de nosotros mismos y que es preciso poner en libertad

Existimos en tanto que víctimas de un orden decretado por lo que no nos es propio y en nuestra mirada los ojos que realmente acechan la estupidez, la barbarie sorda y muda de la realidad son los ojos del verdugo, ejecutor de ese orden que nos absorbe sin absolvernos y que forzosamente soportamos en detrimento de ese otro yo supremo, único capaz de sorprender lo sublime, el verdugo que somos de nosotros mismos y que es preciso poner en libertad.

Salvador Elizondo
Diario
Letras Libres, Mayo 2008

domingo, junio 15, 2008

domingo, junio 01, 2008

Los otros, la mayoría, no escriben: discurren, se “comunican”, practican premiosamente un idioma aprendido no en sus casas, no mamado, sino leído en traducciones de manuales de sociología y otras “ciencias”.
Los pedantes del siglo XVII eran pedantes en latín, griego y hebreo; los de ahora lo son en la jerga de los profesores de economía y de la de los psiquiatras.

Octavio Paz
Carta a José de la Colina
Letras Libres, abril de 2008

domingo, mayo 11, 2008

Aviso


El tequila es para
adolescentes y turistas.

sábado, abril 26, 2008

Envejezco

Es curioso. Comienzo a notar que envejezco.
Hay pequeños detalles. No sólo soy más intolerante, sino que necesito cada vez más luz para ver bien. Escucho menos. Oigo con más dificultad. No es que no vea, ni que no escuche. Noto que me cuesta más trabajo.
Recuerdo más también. Evoco. A veces cosas que no valen tanto la pena...

domingo, abril 13, 2008

Gente que no

Miento.

Más me caga la madre la gente buena onda.

miércoles, abril 02, 2008

Gente que no

Detesto, en primer lugar, a los imbéciles con iniciativa.

domingo, marzo 23, 2008

Swift: Instrucciones a los sirvientes

A Swift se le conoce desde antes de saber quién es. Aunque no se le entienda, uno ya sabe de Gulliver aún cuando no se ha aprendido a distinguir entre -dígamos- una tía virtuosa y una tía perversa. Después, a lo largo de los años, cierta noción de un “gigante” vencido por “enanos” permanece con vaguedad como parte del saber común difuso.

Por mi parte, leí con algo más conocimiento de causa Modesta proposición para impedir que los niños de los irlandeses pobres sean una carga para sus progenitores o para su país por encomienda de Israel. La Modesta proposición... es un texto mordaz en el que Swift sugiere una punzante y sabrosa estrategia para solucionar la pobreza en Irlanda. Su alternativa es tan original que, estoy seguro, los mismísimos autores intelectuales del Progresa y Oportunidades quedarían con la boca abierta, ruborizados, después de leerla. Además, la minuciosidad numérica con la que Swift presenta su propuesta le pide poco a los cálculos econométricos o al análisis demográfico de los más sesudos diseñadores de política social contemporánea.

Las prescripciones que Swift expone en el último texto que le leí, Instrucciones a los Sirvientes (1757), son cátedra de cómo debe comportarse cualquier subordinado ante sus jefes y pares para obtener el mayor reconocimiento, ganancia e influencia, echando mano del menor esfuerzo posible.

No sé si debería sorprenderme, pero entiendo que, bien leído, Instrucciones a los Sirvientes resulta ser una actual y práctica guía para oficinistas –burócratas de medio pelo, como quien esto escribe, por ejemplo- que precisan derrochar periodos de diez o hasta más horas entre cúbiculos mal ventilados e iluminados. Oficinistas que no tienen más remedio que dirigir su rencor minuciosamente acumulado en contra de sus jefes, compañeros y subordinados inmediatos.

La reelaboración de los preceptos de Swift teniendo en consideración una oficina contemporánea podría redundar en, a no dudarlo, una suerte de manual práctico para la administración eficiente de recursos escasos. El tiempo libre, por mencionar un ejemplo.

El primer apartado –"Instrucciones a todos los sirvientes en general"-, es ilustrativo de este punto. Ahí pueden leerse prescripciones como las siguientes:

“Cuando tu amo o tu señora llamen a un sirviente por su nombre, si ese sirviente no se halla presente, ninguno de vosotros ha de responder, pues entonces vuestras cargas no tendrán fin, y los propios amos reconocen que es suficiente con que cada sirvienta acuda cuando es llamado.

“Cuando hayas cometido una falta, muéstrate siempre insolente y descarado, y compórtate como si fueras la persona agraviada; eso minará de inmediato la moral de tu amo o señora.

“Si ves que otro sirviente causa mal a tu amo, no dejes de ocultarlo, no vaya a ser que te acusen de chivato.

“Cuando te reprenden delante de otras personas (...) suele suceder que un desconocido tiene la bondad de decir una palabra en tu descargo; en ese caso, tienes todo el derecho de justificarte, y puedes llegar a la legítima conclusión de que, cuando te reprendan después o en otras ocasiones, pueden equivocarse (...) cuando te reprendan, quéjate como si hubieras sufrido un agravio.

“Ni se te ocurra mover un dedo para cualquier labor que no sea aquella para la que has sido específicamente contratado.

“Si eres un hombre joven y apuesto, cuando le susurres a tu señora en la mesa, pásale la nariz por toda la mejilla, o, si tu aliento es bueno, sóplale en toda la cara...

“No acudas hasta que te hayan llamado tres o cuatro veces, pues sólo los perros acuden al primer silbido; y, cuando el amo exclame: ‘Quién anda ahí’, ningún sirviente está obligado a ir, porque nadie se llama ‘Quién anda ahí’.

“Tras recibir un rapapolvo por una falta, cuando salgas de la habitación y bajes las escaleras, farfulla en alto para que te oigan; eso les hará creer que eres inocente.

sábado, febrero 23, 2008

Porque te amo, has de permitir que te haga este regalo

Esta imagen dio pie -en buena medida, al menos- a la escritura de una de las novelas que más me han gustado: Farabeuf, de Salvador Elizondo.

Hasta donde sé, fue George Bataille quien la difundió en occidente al publicarla en Las Lágrimas de Eros. En todo caso, ayudó a su difusión al incluirla en su libro. Y, si estoy en lo correcto, fue ahí donde Elizondo la vio por primera ocasión; creo recordar que esto lo menciona en su Autobiografía Precoz.

La fotografía fue tomada a principios del siglo XX en China, representa el Suplicio de los cien cortes. Se supone que la persona (¿hombre, mujer?) que aparece en primer plano cometió un delito cuya pena era la muerte por decapitamiento o ahorcamiento, no recuerdo. La autoridad, al considerar inhumana dicha pena la cambió por el Suplicio.

Básicamente, éste consiste en realizar cien finas incisiones en diversas partes del cuerpo. Al completar la última, la persona sufre una sensación intensísima, similar a un gran orgasmo y muere. La disposición de los participantes en la imagen corresponde al hexagrama chino del número seis.

miércoles, febrero 20, 2008

miércoles, enero 23, 2008

Tiempo libre

Mi tiempo libre lo dedico principalmente al consumo de mercancías culturales como películas, revistas y libros. En particular, me interesan aquellos relacionados con el arte y las ciencias sociales.

Entre las películas, las que prefiero ver son las denominadas de autor; ésas donde hay un estilo particular, más o menos visible y poco convencional. Algunos de los directores que frecuento son Bergman, los hermanos Coen y Werner Herzog; entre los guionistas que ubico, me gusta Kaufman (el autor de la casi popular Eternal sunshine of a spotless mind); algunos de los actores que me caen bien son Edward Norton, Klaus Kinski, John Turturro, Steve Buscemi y Vicent Cassel. De los mexicanos prefiero a del Toro, Ripstein, Giménez, Zayas, Vitola, Marcelo y Tin-Tan.

Revistas que leo con fruición son, en riguroso desorden de preferencia, La Tempestad, Cuaderno Salmón, Letras Libres, Picnic, El País Semanal y The Economist, entre otros. De vez en vez compro otras cosas como la Revista del Consumidor y Speak Up. No, no leo Replicante ni Proceso.

De libros lo que más leo es literatura. Menudo problema pues debería dedicar más tiempo a la lectura de cuestiones vinculadas con mi profesión. Autores que reviso con algún fervor son Jorgé Luis Borges, Salvador Elizondo, Alejandro Rossi, Enrique Vila-Matas, Harold Bloom, Juan José Arreola, Antonio Alatorre, Robert Louis Stevenson, Herman Melville, Thomas Mann y G. K. Chesterton. Me provocan desconfianza quienes tiene por autores preferidos a gente como Monsivais, Poniatowska, Paco Ignacio Taibo II, García Márquez, Julito Cortázar, Galeano, Sabines, Benedetti, Vázquez Montealbán y Sabato, pues los considero escritores efecticistas y facilones.

Ibargüengoitia - Chesterton

Dice Pérez Gay en su columna de hoy en El Universal que si pienso en un Ibargüengoitia de 80 años, me viene a la cabeza Chesterton.
¿Será?