miércoles, abril 11, 2012

Doctorado \ Mis planes a deshacer



Llego al doctorado con una sensación de “rezago acumulado”. Intento ser más claro: estoy por iniciar el doctorado y, en lugar de entenderlo como un “punto de llegada” o “último jalón” académico que me permita por fin desenvolverme en una vida laboral plena, lo inicio con la sensación de estar en un punto personal en el que se condensan una serie de deficiencias intelectuales y afectivas de largo plazo, producto de mis malas decisiones, la desidia de mis padres, las carencias de los profesores y escuelas en las que cursé mi educación, la irrupción consentida en mi vida de personas desafortunadas y la equívoca suerte.

Por momentos siento como si estuviera por iniciar de nuevo la licenciatura. Como si entrar al doctorado representara una suerte de “segunda oportunidad de vida” para, ahora sí, hacer bien algunas cosas: aprender a pensar, adquirir capacidad técnicas básicas y avanzadas, relacionarme con mis pares, conocer una pareja valiosa, pasear, reiniciar una vida que me dé gusto vivir y de la que me sienta orgulloso... expectativas ingenuamente altas, eh. No es que mi vida actual me desagrade completa y no esté satisfecho con ella, pero estoy cansado de algunos errores, su persistencia y consecuencias de mediano plazo.

Lo que escribo puede leerse dramático, pero no lo es (tanto). Llego al doctorado con muy buen ánimo. Con la disposición de subsanar en la medida de lo posible y de la manera más inteligente que pueda las deficiencias que más me importan ahora. Con la intención de disfrutar cada uno de los casi mil quinientos días que dura, pero sin dejar de seguir “metiendo la pata”.

Entre los aspectos que me gustaría trabajar deliberadamente en los próximos años están los siguientes:

1.    Mentor. Quiero construirme un mentor. Una persona bien informada, paciente y con ánimo de conversación que pueda tener la disposición de orientarme en algunas cosas básicas. No sólo un “modelo de rol”. Pienso que me gustaría construir la relación con –por ejemplo- algún profesor que me ayude a ubicarme y a desenvolverme en al menos dos “cartografías”:

a.   La cultural en lo que concierne a lo académico y la intelectual.
b.   La social en el ámbito académico y laboral.

Andar por ahí conociendo al “tanteo” y suponiendo que con el “capital humano” acumulado o con la experiencia laboral ganada es suficiente son ideas con las que he sobrevivido, creo que de manera decorosa, pero que han provocado que mis “logros” tengan costos notoriamente más altos que los de otras personas más lindas y simpáticas.
Esto implica un cambio en la manera en que me he relacionado con otras personas en la escuela. En la licenciatura y en la maestría privilegié la relación con mis pares; esta ocasión quiero enfatizar la relación con los profesores.

2.    Clásicos. Construir mis cimientos intelectuales. Uno de los rezagos importantes que me disgustan es que, a diferencia por ejemplo de algunos economistas con buena formación o filósofos más o menos entusiastas, no pienso de una manera definida. Ni sociológica, ni antropológica, ni literaria, ni de ningún tipo. Vaya, ni de “guitarrita”. Me faltan cimientos intelectuales que funjan como punto de referencia para aproximarme de manera situada y significativa a lo que sea. Quiero estudiar a los autores y a los libros que construyeron tradiciones preferentemente sociológicas, pero también de pensamiento social moderno y contemporáneo. Aprender a pensar con base en sus ideas, reglas y límites. Saber ubicar diferentes tradiciones opuestas y complementarias.

En concreto, esto implica al menos:

a)   Leer a Freud, Marx, Einstein y Darwin que me parece que en conjunto dan pie a los cimientos de cierta manera moderna –casi contemporánea- de entender la sociedad occidental. Esto más bien es conocimiento de formación muy básica.
b)   Conocer y relacionar con claridad las ideas de los sociólogos clásicos. Pienso en Weber, Durkheim, Simmel, Marx y Parsons –en ese orden. Esto significa leer directamente algunos de sus libros, pero también (y esto no lo sé) textos exegéticos clave.
c)   Conocer con claridad las ideas de los sociólogos más recientes o contemporáneos. Pienso al menos en Elias, Benjamin, Horkheimer, Bourdieu, Habermas, Luhmann, Latour, Zizkek, Sloterdijk que son muy visibles, pero también me provocan curiosidad otros menos difundidos como Goldthorpe, Blossfeld, Camic y Abbott. Foucault me da mucha flojera. Touraine, roña.
d)   Hay dos puntos en los que tengo muchas dudas. El primero es, ¿cuáles son los teóricos sociales no sociólogos que debería conocer bien? ¿Debería concentrarme en Malonowski, Radcliffe-Brown, Evans Pritchard, Eric Wolf, Merleau-Ponty, Mircea Eliade o quiénes?
e)   Otro es el de las discusiones sociológicas básicas desde un punto de vista, digamos, metodológico. No sé si son las que giran en torno a lo macro-micro, acción-estructura, cambio-orden y así. Esto implica leer libros como el vínculo micro-macro, entre otros.

3.    “Clásicos de alcance medio”. Lo que llamo “clásicos” son sobre todo, lo identifico al releerme, sociólogos de teorías de “largo alcance”. Leerlos y entenderlos contribuiría a mi formación básica y a ampliar mi cultura general. Eso es algo que quiero porque siento que eso me permitiría tener referentes para “pensar las cosas”. Sin embargo, para mi vida profesional también necesito conocimiento específico y especializado, conocer lo que Merton llamó “teorías de alcance intermedio” y que, si entendí algo, son las que de manera efectiva posibilitan la investigación empírica. Esta minucia es una de las cosas que dan pie a la diferencia entre formarme como “sociólogo de guitarrita” o sociólogo empírico.

Esto implicaría lo siguiente:

a)   Estudiar los textos básicos sobre estratificación y movilidad social en el mundo y en México. Conozco muchos autores, pero me faltan criterios para jerarquizarlos y priorizar. Además, es muy amplio como lo escribí porque incluye tanto a los diferentes tipos de movilidad inter e intrageneracional como a la discusión sobre clases sociales.
b)   Leer los textos básicos sobre curso de vida. Me avergüenza, pero identifico pocos autores clave: Elder, Hareven, Blossfeld y Bertaux, entre ellos.
c)   Conocer los textos sobre desigualdad social. Aquí estoy muy confundido porque hay aproximaciones como más micro, otras más filosóficas y otras meso-estructurales, pero tampoco soy capaz de distinguir más allá de algunos nombres muy generales.

Entre los clásicos de alcance medio podría también incluir algunos textos y autores mexicanos:

a)   México profundo de Bonfil Batalla.
b)   Pueblo en vilo de Luis González y González.
c)   Herederos de promesas de Guillermo de la Peña.

4.    Metodología. Otra de mis deficiencias importantes es la debilidad y confusión de mis cimientos metodológicos. Digo, es lo más natural si tengo carencias en la parte teórica, ¿no? Quiero profundizar en discusiones respecto a si las investigaciones deben ser orientadas por la teoría o enraizadas en los datos, cuáles son las fortalezas y debilidades de la investigación cualitativa frente a la cuantitativa, cómo han cambiado nociones clave como las de objetividad y causalidad, así como cuáles son las escuelas que sostienen diferentes puntos de vista a cada respecto.
Tengo la intuición de que la forma de subsanar esta deficiencia tiene que ver con la lectura de autores como Popper, Bunge, Piaget; King, Kehoane y Verba.

5.    Estadística. Quiero aprender estadística bien. He tomado cursos desde la licenciatura (la mayoría de regulares a malos con profesores de malos a malísimos) de tal suerte que ya debería tener una pericia mínima de la que carezco. Es verdad que mi vida profesional no me ha exigido su uso de manera cotidiana o compleja, pero me siento inseguro en el tema de una forma vergonzosa. Me gustaría saber estadística tanto en términos de interpretación como de estimación; es decir, no sólo saber qué técnicas de análisis puedo utilizar según qué problemas (así como sus supuestos y límites), sino hacerlo con soltura a través de software especializado (Stata en particular).

En concreto, esto implica:

a)   Cursar simultáneamente la especialidad en estadística del IMAS. No quiero iniciarla al mismo tiempo que el doctorado para no dificultar innecesariamente la transición a la dinámica escolar. Una vez que haya tomado el ritmo en las clases del doctorado, me inscribiría. Si entiendo bien, esto quiere decir que iniciaría en agosto de 2015 o 2016.
b)   Aprender a procesar con soltura la ENIGH, ENOE, ENE, ENEU, ENADID, EDER y EMOVI.
c)   Aprender análisis de regresión, análisis de regresión logística, análisis multivariado, análisis de sobrevivencia, análisis de desigualdad y sistemas de ecuaciones estructurales, al menos

6.    Idiomas. He estudiado idiomas desde que iba en la prepa. Inglés primero y luego, alternándolos, francés y alemán. El resultado es que sé un poquito de todos y no tengo el nivel de dominio que quisiera de ninguno de los tres. Tengo cuatro años para, al menos, lograr escribir en inglés con soltura y leer en alemán con fluidez… aunque justo al terminar de escribirlo dudo cuál debería ser mi tercer idioma, ¿alemán o francés?

7.    Producir. Si tengo un conjunto de planes que surgen como reacción a deficiencias, también tengo al menos un plan que no es un por qué, sino un para qué: quiero ser académico en una institución de educación superior. Para lograrlo, mi prejuicio me dice que tengo que “generar conocimiento” y ser candidato al SNI desde ahora. Es decir, por una parte, escribir con la intención de publicar mis avances y hallazgos de investigación, sea a través de ponencias en foros académicos o textos en revistas.

En concreto, quisiera hacer lo siguiente:

a)   Escribir un artículo con base en mi tesis de maestría en el que dé el “siguiente pasito”: identificar determinantes causales.
b)   Escribir ponencias para la SOMEDE y alguno de los foros internacionales de sociólogos. No quiero que sea un trabajito, sino un texto de análisis empírico que vaya puliendo en distintos foros hasta lograr publicarlo en alguna revista arbitrada.

Here the manuscript breaks off