Esta imagen dio pie -en buena medida, al menos- a la escritura de una de las novelas que más me han gustado: Farabeuf, de Salvador Elizondo.
Hasta donde sé, fue George Bataille quien la difundió en occidente al publicarla en Las Lágrimas de Eros. En todo caso, ayudó a su difusión al incluirla en su libro. Y, si estoy en lo correcto, fue ahí donde Elizondo la vio por primera ocasión; creo recordar que esto lo menciona en su Autobiografía Precoz.
Hasta donde sé, fue George Bataille quien la difundió en occidente al publicarla en Las Lágrimas de Eros. En todo caso, ayudó a su difusión al incluirla en su libro. Y, si estoy en lo correcto, fue ahí donde Elizondo la vio por primera ocasión; creo recordar que esto lo menciona en su Autobiografía Precoz.
La fotografía fue tomada a principios del siglo XX en China, representa el Suplicio de los cien cortes. Se supone que la persona (¿hombre, mujer?) que aparece en primer plano cometió un delito cuya pena era la muerte por decapitamiento o ahorcamiento, no recuerdo. La autoridad, al considerar inhumana dicha pena la cambió por el Suplicio.
Básicamente, éste consiste en realizar cien finas incisiones en diversas partes del cuerpo. Al completar la última, la persona sufre una sensación intensísima, similar a un gran orgasmo y muere. La disposición de los participantes en la imagen corresponde al hexagrama chino del número seis.