
En otro momento habría elegido el filme del primero sin dudar. Aunque creo que he visto más películas que me han gustado de Eastwood (Bird, Unforgiven y Mystic River, por ejemplo), tres películas de Boyle habrían pesado sustantivamente para decidirme por él: Shallow Grave, Trainspotting y 28 Days Later. No fue así en esta ocasión: la referencia hindú me dio flojerita, el reconocimiento ampuloso me hizo desconfiar y me decanté por la referencia sobria de Eastwood. No fue mala elección.
Calificaría a Gran Torino como una película mediana entre las buenas. Si tuviera que darle una puntuación en una escala del uno al diez, le otorgaría un 7.5, aunque estaría tentado a darle el ocho. Me gustó la escena de contraste entre la pandilla mexicana (¿latina, mejor dicho?) y la china (¿asiática, mejor dicho?); los primeros tienen autos americanos viejos descuidados y revolvers, los segundo autos japoneses casi último modelo y ametralladoras. También me gustó la constante referencia a la ascendencia y orígenes diversos de los habitantes de Estados Unidos: polacos, italianos, irlandeses, afroamericanos, mexicanos, chinos; a pesar de que hay un desplazamiento espacial entre ellos, las posiciones sociales se conservan (los primeros sobre los segundos, naturalmente). Me pregunto si Eastwood actúa o siempre es así; sin duda, su papel natural es el del personaje malhumorado y quejumbroso, casi siempre violento. El final fue inesperado para mí, algo que aprecio; sin embargo, me pareció inconsistente con otros elementos proporcionados en la película (la fuerte cohesión social del grupo étnico sudasiático y el temor de los testigos a represalias por parte de la pandilla, entre otros). En fin, verifiqué que las películas de Eastwood son garantía de algo más que una buena historia narrada eficazmente.