Es curioso. Comienzo a notar que envejezco.
Hay pequeños detalles. No sólo soy más intolerante, sino que necesito cada vez más luz para ver bien. Escucho menos. Oigo con más dificultad. No es que no vea, ni que no escuche. Noto que me cuesta más trabajo.
Hay pequeños detalles. No sólo soy más intolerante, sino que necesito cada vez más luz para ver bien. Escucho menos. Oigo con más dificultad. No es que no vea, ni que no escuche. Noto que me cuesta más trabajo.
Recuerdo más también. Evoco. A veces cosas que no valen tanto la pena...
1 comentario:
Envejecer es duro, pero no es tan malo. Ese extra de luz para ver bien alumbra otras muchas cosas, ¿no crees?
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